Hace miles de años, pescadores de distintas culturas desde América del Sur hasta África,
navegaban en sus canoas (De juncos, madera o bambú) erguidos utilizando un palo largo
para impulsarse sobre las aguas, tanto del mar como de ríos.
En 1778, el capitán de la Marina Real británica, James Cook, en una de sus expediciones
por el archipiélago de islas de Hawai, fue el primer europeo en ver a gente deslizándose
sobre el mar con unas tablas hechas de madera de acacia koa.
No fue hasta la década de 1940 que el surf de remo comenzó a transformarse de una
forma para desplazarse, o para la seguridad, a algo que se asemeja más al deporte que
conocemos y amamos hoy. Duke Kahanamoku (“El gran Kahuna”, pionero del surf
moderno) y su grupo de instructores de surf de las playas de Waikiki, utilizaban se ponían
en pie sobre sus tablas con un remo, esto les permitía tener una mejor visión del grupo de
alumnos, para darles instrucciones y/o fotografiarlos, así como poder ver y anunciar la
llegada de las olas. Incluso ellos mismo aprovechaban la llegada de esas ola para,
impulsados por el remo, situarse en el lugar adecuado para surfear la ola y regresar.
En la década de 1990, cuando Laird Hamilton establece las bases de este deporte. Ya no
solamente se busca coger olas, sino también el desplazarse sobre aguas tranquilas,
dando origen a distintas disciplinas dentro del mismo deporte.
La definitiva popularización del deporte se produce entorno al año 2000, cuando surfistas
profesionales (Archie Kalepa, Brain Keaulana, Dave Kalama …) empiezan introducir el
surf a remo en sus sesiones de entrenamiento.